lunes, 22 de diciembre de 2008

Como se aprecia una obra de arte?
EL ARTE, REFLEJO DE LA SOCIEDAD
Cuando analizamos una obra de arte, debemos tener en cuenta los siguientes factores:
La personalidad del artista, que podría considerarse como lo más importante.
Las ideas de la época.
Los conocimientos técnicos en ese momento.
La sociedad de esa época, cómo estaba organizada y el lugar de donde proceden el artista y su obra.
Es importante conocer, además, qué es lo que se consideraba belleza en ese momento. Por ejemplo, antiguamente, en Japón, se consideraba hermoso que las mujeres se pintaran los dientes de negro. ¿Te lo imaginas? ¿A que ahora nos parecería horroroso?
Por todo esto, se suele decir que el arte es un reflejo de la sociedad: para comprender bien un monumento, un cuadro o cualquier otra obra artística, debemos conocer no solo la vida del autor, sino también las circunstancias sociales, políticas, económicas, intelectuales y técnicas de la época en que se produjo.
¿A QUÉ LLAMAMOS ESTILO ARTÍSTICO?
Todas las obras creadas en un momento histórico se dice que pertenecen a un determinado estilo artístico. El estilo es el modo especial de realizar una obra de arte. Se trata, pues, de un conjunto de características que definen un modo de hacer, propio de una época concreta, y que evolucionan en el tiempo.
Algunos de los principales estilos son: el románico, el gótico, el renacimiento y el barroco. Además, en cada país han florecido estilos propios, únicos de ese lugar, como el arte azteca en México o el arte mudéjar en España.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES ELEMENTOS DE UN CUADRO?
Ya sabes que la pintura es, sobre todo, color. A lo largo de la historia, han existido numerosas técnicas para dar color a un cuadro; estas son las más habituales: la acuarela y la témpera, en las que el color se mezcla con una gran cantidad de agua; el temple, que utiliza el huevo para dar más brillo; el óleo, que se mezcla con aceite y permite que el color se seque lentamente, y la pintura acrílica, que es la técnica más moderna.
El dibujo es el segundo elemento más importante de la pintura, al menos en el arte producido antes del siglo XX. Las figuras pueden tener perfiles claros y nítidos, o bien estar apenas delimitados, dando más importancia a la luz y a las sombras.
Algunos artistas han dado mucha importancia a la luz, como Leonardo da Vinci o Diego Velázquez. No solo la luz, sino también la sombra, son elementos esenciales en un cuadro.
La perspectiva es otro de los elementos fundamentales de la pintura. Aunque no en todos los estilos artísticos se le da la misma importancia, la aplicación de la perspectiva supone un intento de dar profundidad a un cuadro.
El tema, lo que el artista está representando, también ayuda a comprender una pintura. Para ello hemos de tener en cuenta todas esas características sociales, culturales y políticas de las que antes hablamos. Por ejemplo, hay cuadros religiosos, mitológicos, retratos, paisajes…; los más modernos pueden no representar nada, se dice que son abstractos.
Además, el artista debe prestar atención a la composición del cuadro, es decir, al modo de colocar los objetos y las figuras dentro del espacio del que se dispone. Dependiendo de la composición, la obra nos puede transmitir diferentes sensaciones: serenidad, inquietud, etc.
En resumen, para analizar un cuadro, debes tener en cuenta:
Quién lo pintó y cómo era su personalidad.
En qué fecha lo hizo y cómo era la sociedad de esa época.
A qué estilo pertenece.
Sus características: color, dibujo, luz, perspectiva, tema y composición.

Lic. Mariana Turchio Iturriaga